La historia del cristal checo: Descubra el cristal que conquistó el mundo
Añadido 19.10.2020 13:59.25
La fabricación de cristalería es una industria tradicional checa. Si hay un tipo de vidrio que ha hecho que un pequeño país centroeuropeo sea conocido en todo el mundo, es sin duda el cristal checo.
Con toda probabilidad, fueron los celtas quienes introdujeron el vidrio en las tierras checas
Los primeros intentos de fabricar vidrio se remontan al año 3500 a.C. Sin embargo, los arqueólogos siguen discutiendo sobre el origen del vidrio. El pensamiento actual sugiere que se trata de Mesopotamia, que hoy forma parte de Siria, y algún tiempo después en el antiguo Egipto. No obstante, algunas fuentes apuntan también a China, mientras que otras consideran a los fenicios los inventores del vidrio.
Según los hallazgos arqueológicos, el vidrio apareció por primera vez en las tierras checas en torno al siglo III antes de Cristo. Se cree que los celtas lo trajeron en forma de trueque desde Oriente Medio. Los primeros registros escritos de la elaboración del vidrio en las tierras checas se remontan al siglo XII, con un rápido desarrollo a partir de la segunda mitad del siglo XIII.
Las zonas de montaña fueron la cuna de la industria checa del vidrio
En las tierras checas, la fabricación de vidrio se desarrolló principalmente en las zonas montañosas: en las montañas de Ore, Šumava, Krkonoše, las montañas de Jizera y en la región de Vysočina. Estas regiones eran ricas en los materiales básicos necesarios para la fabricación de vidrio. Haya, cuarzo, piedra caliza y agua.
La primera cristalería fabricada en tierras checas estaba fuertemente influenciada por el arte renacentista italiano. Por aquel entonces, el vidrio veneciano era uno de los más famosos. Hasta el siglo XVII, el vidrio checo se consideraba mediocre en cuanto a calidad y métodos de fabricación. No fue hasta el reinado del emperador Rodolfo II cuando esto cambió y la industria del vidrio y su fabricación experimentaron un boom. A finales del siglo XVI y del XVII, Rodolfo II invitó a Praga a muchos artistas y eruditos destacados. En esa época se intentó grabar el vidrio, lo que influyó notablemente en la posterior producción barroca checa.
El cristal checo deslumbró al mundo entero
En la década de 1670 se produjo un gran avance. En la fábrica de vidrio de Müller, en Šumava, se inventó un tipo de vidrio que posteriormente se denominó cristal checo. Se trataba de un cristal de cal potásica perfectamente claro, ideal para el grabado y el esmerilado. Además de los grabados ornamentales o figurados, el vidrio de cristal se decoraba a menudo con pinturas. En aquella época, este tipo de vidrio no conocía igual. Por ello, su fama se extendió rápidamente más allá de las fronteras checas, en parte gracias a los activos comerciantes.
A principios del siglo XVIII, el cristal checo era tan popular que empezó a presionar a los, hasta entonces, aparentemente intocables productores venecianos. En respuesta, los venecianos empezaron a crear productos que intentaban imitar el cristal checo. El cristal checo alcanzó su máxima popularidad entre las décadas de 1720 y 1740. Durante ese periodo, los productos checos no tenían rival en el mercado de la cristalería de lujo. Además de los vasos, eran especialmente populares las arañas y los espejos.
El cristal checo ha superado la prueba del tiempo
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, la importancia del cristal checo empezó a decaer. Esto se debió en parte a las numerosas guerras, los bloqueos militares y el aumento de los costes de los materiales, pero también a un cambio de gusto entre los principales clientes de la industria. Ni el estilo rococó ni el imperio fueron tiempos favorables para el cristal checo. Como resultado, muchas cristalerías empezaron a imitar las tendencias del momento o dejaron de producir por completo. En cambio, empezaron a centrarse en productos más lujosos y caros, sobre todo en lámparas de araña.
La fama de la que gozaban las cristalerías checas en el pasado, volvió parcialmente con el Biedermeier y el Art Nouveau. Tras ese periodo de recuperación, la industria se vio afectada por la Primera y, sobre todo, la Segunda Guerra Mundial. Tras la Segunda Guerra Mundial, las cristalerías fueron expropiadas por el régimen comunista y fusionadas en grandes unidades. Tras una caída inicial de la reputación, el cristal checo recuperó el reconocimiento mundial. Esto se debió principalmente al excepcional éxito que obtuvo en la Feria Mundial EXPO 58 de Bruselas. Como resultado, la exportación de cristal se convirtió en una importante fuente de ingresos para el Estado. Tras la Revolución de Terciopelo de 1989, y en el marco del proceso de restitución que siguió, las cristalerías fueron privatizadas o devueltas a sus propietarios originales y se reformó la estructura de la industria del vidrio.
A pesar de todos estos acontecimientos históricos y de los turbulentos cambios que éstos instigaron, la industria del vidrio ha logrado sobrevivir en la República Checa, y muchos productores han obtenido reconocimiento en Europa y en el mundo entero.
¿A qué se debe el éxito del cristal checo?
El cristal checo marcó el desarrollo de toda la industria vidriera durante mucho tiempo. ¿Qué tenía de único y a qué se debe su éxito? En primer lugar, se ajustaba perfectamente al gusto de la sociedad barroca. En segundo lugar, la elaboración y los materiales eran de la máxima calidad. El esmerilado y el grabado decorativos atraían a la nobleza de la época, así como a la burguesía más adinerada.
Además de sus incuestionables propiedades tecnológicas, el cristal checo es perfecto también para fines decorativos. Su valor artístico duradero se ve subrayado por la forma en que la luz juega con él. Las propiedades características del cristal checo están garantizadas principalmente por la presencia de plomo, que añade peso al vidrio. El cristal de plomo contiene más de un 24% de óxidos de plomo. El plomo ablanda el material, facilitando el tallado y el grabado, y confiere al cristal checo su característica refracción de la luz y su alto brillo.
Son estas mismas características las que hacen que el cristal checo sea valorado hoy en día. Hoy en día, las encantadoras lámparas de cristal decoran tanto hogares como interiores importantes en todo el mundo. Las lámparas de cristal son una buena inversión tanto en términos de tiempo como de valor artístico estético. Las que se crearon hace decenas o incluso cientos de años siguen sorprendiendo a todos los que las miran por la forma en que la luz crea efectos de arco iris en cualquier espacio.